Incorporar elementos de política ambiental, en el sector agroproductivo comercial extensivo de la ecorregión pampeana, no sólo no es complicado, sino que mucho de lo necesario ya está desarrollado y en aplicación si bien debe aún acentuarse y sometido a permanente actualización las Buenas Prácticas Agrarias (BPA) y supresión de malas prácticas que puedan afectar la salud humana y el ambiente, labor que desarrolla centralmente el Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria (INTA) de Argentina y organizaciones técnicas de productores agrarios (AACREA, AAPRESID). Todos ellos aspectos muchas veces ignorado u ocultado por desinformación o información distorsionada, en muchos sectores urbanos, sobre la realidad de las prácticas agrarias en cultivos comerciales extensivos de cereales y oleaginosas. Unas últimas palabras sobre por qué hacerlo: debería comenzar el análisis de las ventajas comerciales derivadas de poder exhibir (e inclusive certificar por terceros independientes) el cumplimiento de normas sociales y ambientales.
Muchas prácticas agrarias en cultivos comerciales extensivos y en producción ganadera, hoy exhibidas como novedosas, están incorporadas en las prácticas productivas del sujeto agrario, si bien con «modernización» de la denominación, un ejemplo: los «verdeos de invierno» de ocupación de superficies, con destino a cultivos primavero-estivales y provisión forrajera para nutrición animal sea pastoreo directo o confección de henolaje, tienen una prolongada existencia, luego denominada «cultivos de cobertura» y actualmente «cultivos de servicios ecosistémicos» para proteger suelos desnudos y expuestos a erosión eólica o hídrica y captura de CO2, gas de efecto invernadero (GEI) de preocupación planetaria.
Resulta de interés, a cuya lectura invitamos, el trabajo desarrollado por el biólogo e ingeniero agrónomo Jorge Adámoli (UBA- Facultad de Ciencias Exactas y Naturales – Departamento de Ecología)
Divulgación – «Los productores rurales y las decisiones ambientales» – Capítulo 8 en «AGRICULTURA, SOCIEDAD Y AMBIENTE» – Miradas y Conflictos – Carlos Reboratti (Coordinador) – FLACSO – ARGENTINA – Maestría en Estudios Sociales Agrarios –
Jorge Adámoli
Ingeniero Agrónomo y Biólogo, Profesor asociado del Departamento de Ecología,
Facultad de Ciencias Exactas y Naturales de la Universidad de Buenos Aires.
«Todo el mundo sabe que los alimentos vienen del campo, pero si preguntamos dónde está la mayor cantidad de personas que toman decisiones ambientales, la respuesta sorprenderá a muchos: en el mismo lugar, en el campo. Todos los productores rurales –muchas veces sin saberlo-, toman continuamente decisiones ambientales, malas o buenas.»
«Esto es muy importante, porque cada vez se abren más nichos de mercados que premian a estas prácticas, y cada vez más surgen exigencias de los principales mercados en la misma dirección.»
«La producción agropecuaria es una de las actividades más nobles de la humanidad, ya que tiene como función la producción de alimentos. Es obvio que si la producción mundial colapsara, las consecuencias serían catastróficas para gran parte de la población. Lo que no es tan obvio, es que un sensible aumento en la producción implique la eliminación del hambre en el mundo, puesto que las razones de la inequidad son esencialmente políticas. Por lo tanto el combate a la pobreza y al hambre requiere contar con alimentos disponibles, pero depende esencialmente de decisiones políticas.»
«La Argentina es uno de los pocos países del mundo que puede incorporar nuevas tierras a la producción. Para ello es imprescindible contar con sólidos programas de ordenamiento territorial. La producción agropecuaria argentina es en términos generales muy eficiente. Esto implica que en un escenario de fuerte demanda de alimentos, la Argentina tiene no sólo una oportunidad, sino también una responsabilidad como fuerte productor y exportador. Esto requiere formular un programa estratégico para los próximos 10 años, un horizonte cercano como para considerarlo factible, pero suficientemente alejado como para diluir los conflictos de la coyuntura actual, y así buscar consensos que permitan elaborar políticas de Estado.»